Sacos aéreos en Majungatholus atopus
Los dinosaurios como el Tiranosaurio Rex tenían un sofisticado sistema respiratorio semejante al de las aves actuales. Así, al menos, lo sostiene un estudio aparecido ayer en la revista científica británica Nature. La investigación revela que los dinosaurios tenían bolsas de aire y huesos huecos que conectaban con los pulmones, lo que permitía una entrada constante de oxígeno y dinamizaba el metabolismo de esos animales prehistóricos.
Esta es una de las características que hacen que las aves tengan sangre caliente, por lo que el nuevo descubrimiento demuestra que entre los dinosaurios —ancestros de las aves— debía de haber al menos un mecanismo de sangre caliente. Aunque anteriormente ya se sabía de la existencia de huesos huecos en ciertos dinosaurios, no se tenía clara cuál era su función.
Leon Claessens, investigador de la Universidad de Harvard, explica que "el sistema pulmonar de los dinosaurios carnívoros como el Tiranosaurio Rex presenta muchas similitudes estructurales con el de las aves modernas". Y según Claessens, estas últimas parecen contar con "el sistema respiratorio más eficaz de todos los vertebrados vivos, terrestres o voladores".
Este hallazgo es el último de una serie de descubrimientos que han ayudado a crear una imagen del Tiranosaurio Rex —uno de los grandes "villanos" de películas como Jurassic Park— y otros dinosaurios terópodos mucho más cercana a la de las actuales aves.
Así, los científicos creen que ya en aquella época prehistórica pudieron existir muchas criaturas con alas, que incubaran huevos y que crecieran con un rápido "estirón", atributos característicos de las aves.
Sin embargo, también advirtieron que esto no significa que funcionaran con un sistema completamente de sangre caliente, sino que lo más probable es que el sistema fuera mixto, aunque su mecanismo respiratorio parece situarlos más cerca de los animales de sangre caliente.
Para su estudio, los investigadores examinaron fósiles que se encuentran en los museos de Nueva York, Berkeley (California), Chicago, Pittsburgh, Washington DC, Berlín y Londres, y los compararon con las estructuras óseas de las aves modernas.
También estudiaron un dinosaurio depredador que vivió en Madagascar hace 67 millones de años. Se trata de un "pariente lejano" del Tiranosaurio Rex, que vivió en la isla del sudeste de Africa. Era un cazador terrible, del tamaño de un pequeño autobús y dueño de una poderosa dentadura, que se alimentaba de carroña. Al parecer, atacaba y devoraba a otros dinosaurios como los titanosaurios, gigantescos herbívoros de cuello largo.
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