Amurosaurus riabinini
Un equipo belga de paleontólogos descubrió, cerca del río Amour, en la frontera entre Rusia y China, un nuevo ejemplar de dinosaurio del grupo de los hadrosauros.
El equipo, compuesto por once aficionados y cuatro profesionales, que estaba dirigido por el paleontólogo Pascal Godefroit, del Instituto Real de Ciencias Naturales de Bélgica, realizó durante dos semanas excavaciones en la localidad rusa de Blagoveschensk, informó ayer un portavoz del organismo científico.
El mayor descubrimiento ha sido un gran número de huesos que pertenece a una especie hasta ahora desconocida de hadrosauro, que los investigadores han bautizado como Amurosaurus riabinini, por el nombre del río en el que fue encontrado y el del paleontólogo Andrey Riabinin.
En sus excavaciones, el equipo encontró varias costillas y vértebras, un radio, tres tendones, un pequeño hueso de una pata o una mano; una parte de mandíbula y de pómulo, así como otros huesos todavía no identificados.
Los huesos descubiertos serán analizados en Bélgica y luego devueltos a Rusia, aunque en el Museo de Ciencias Naturales de Bruselas se expondrán copias en escayola, se indica.
El equipo de paleontólogos también encontró en Blagosveschensk vértebras de algunos saurópodos y, según Godefroit, es la primera vez que se hallan vestigios de este animal en esa zona.
La desaparición de los dinosaurios, hace unos 65 millones de años, es todavía un enigma científico, pero el descubrimiento de ese nuevo ejemplar apunta a que poco antes de aquella remota época la especie no se estaba extinguiendo, lo que reafirmaría la teoría de un fin súbito debido a una catástrofe, como el impacto de un meteorito, según indica la versión científica acerca del que formó el cráter de Chicxulub.
Fuente: Diario de Yucatán
El equipo, compuesto por once aficionados y cuatro profesionales, que estaba dirigido por el paleontólogo Pascal Godefroit, del Instituto Real de Ciencias Naturales de Bélgica, realizó durante dos semanas excavaciones en la localidad rusa de Blagoveschensk, informó ayer un portavoz del organismo científico.
El mayor descubrimiento ha sido un gran número de huesos que pertenece a una especie hasta ahora desconocida de hadrosauro, que los investigadores han bautizado como Amurosaurus riabinini, por el nombre del río en el que fue encontrado y el del paleontólogo Andrey Riabinin.
En sus excavaciones, el equipo encontró varias costillas y vértebras, un radio, tres tendones, un pequeño hueso de una pata o una mano; una parte de mandíbula y de pómulo, así como otros huesos todavía no identificados.
Los huesos descubiertos serán analizados en Bélgica y luego devueltos a Rusia, aunque en el Museo de Ciencias Naturales de Bruselas se expondrán copias en escayola, se indica.
El equipo de paleontólogos también encontró en Blagosveschensk vértebras de algunos saurópodos y, según Godefroit, es la primera vez que se hallan vestigios de este animal en esa zona.
La desaparición de los dinosaurios, hace unos 65 millones de años, es todavía un enigma científico, pero el descubrimiento de ese nuevo ejemplar apunta a que poco antes de aquella remota época la especie no se estaba extinguiendo, lo que reafirmaría la teoría de un fin súbito debido a una catástrofe, como el impacto de un meteorito, según indica la versión científica acerca del que formó el cráter de Chicxulub.
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